Nº 58 - Octubre / Diciembre 2013
          
        
        
          
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            Carrocería y pintura
          
        
        
          n la línea del artículo que aparecía en
        
        
          números anteriores de nuestra revista y sirviendo como
        
        
          continuación al mismo, hoy vamos a analizar nuevas
        
        
          piezas del vehículo que se consideran conflictivas
        
        
          desde el punto de vista de la dañabilidad y de la
        
        
          reparabilidad, mostrando los diferentes problemas que
        
        
          pueden presentar y dando soluciones que los puedan
        
        
          solventar o al menos minimizar.
        
        
          Antes de hacer un pequeño recorrido por esas
        
        
          piezas es conveniente refrescar los conceptos entorno
        
        
          a los que gira este artículo, Dañabilidad y
        
        
          Reparabilidad:
        
        
          
            Dañabilidad:
          
        
        
          La dañabilidad se define como la
        
        
          capacidad que presenta un vehículo para sopor-
        
        
          tar la fuerza de una colisión, y de este modo
        
        
          limitar al máximo el desplazamiento físico, defor-
        
        
          mación y daños de la estructura y de los
        
        
          componentes de mayor valor económico.
        
        
          
            Reparabilidad:
          
        
        
          La reparabilidad se define como
        
        
          la posibilidad y la facilidad de reparar un
        
        
          vehículo siniestrado, primeramente en términos
        
        
          físicos y posteriormente en términos económi-
        
        
          cos. De este modo, una “buena” reparación
        
        
          significará que el vehículo recuperará sus condi-
        
        
          ciones previas al siniestro, bien reparando las
        
        
          piezas dañadas o bien sustituyéndolas por unas
        
        
          nuevas. Por el contrario, una “mala” reparación
        
        
          significará dificultad, o en casos extremos, la
        
        
          imposibilidad de poder llevar a cabo la repara-
        
        
          ción como consecuencia de un incremento en
        
        
          el coste económico debido fundamentalmente a
        
        
          la necesidad de sustituir piezas con un alto coste.
        
        
          Un buen diseño del vehículo, teniendo en cuenta
        
        
          los aspectos de dañabilidad y reparabilidad, supon-
        
        
          drá un beneficio para todas las partes implicadas. El
        
        
          fabricante ofrecerá un vehículo competitivo al
        
        
          mercado, la compañía de seguros podrá ofrecer al
        
        
          asegurado una póliza de seguros más económica y
        
        
          por último, el taller podrá realizar las reparaciones
        
        
          sin padecer excesivas complicaciones técnicas.
        
        
          Otro punto muy importante, y que a priori puede
        
        
          pasar desapercibido, es que todos los aspectos de
        
        
          mejora que se puedan plantear, en lo referente a
        
        
          E
        
        
          Influencia del diseño en la
        
        
          dañabilidad y la reparabilidad
        
        
          de los vehículos
        
        
          Diego García Lázaro