Revista CZ - page 5

Nº 58 - Octubre / Diciembre 2013
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Editorial
La tecnología gana protagonismo
en la reducción de accidentes
E
l enfoque clásico en Seguridad Vial ha contemplado la existencia de tres elemen-
tos o factores intervinientes en el tráfico: el vehículo, la vía (o el entorno) y la persona (o
factor humano). Las actuaciones realizadas en las últimas décadas sobre estos tres factores,
en todos los países desarrollados, habían conseguido contener el número de accidentes graves
(con fallecidos y/o heridos graves) pese al constante aumento de la movilidad (parque móvil
en constante crecimiento y más kilómetros recorridos al año por cada vehículo). En lo que
va de siglo 21 se ha conseguido, incluso, invertir la tendencia y reducir de forma notable
los accidentes graves, compartiendo nuevos paradigmas de seguridad inspirados en la “Visión
Cero”, que, en esencia, busca el diseño de entornos y vehículos que permitan sobrevivir a
los accidentes, sin graves consecuencias, conscientes de que lo más difícil es erradicar el
error humano.
En la situación actual, aunque todavía queda margen de mejora actuando sobre los
clásicos factores de riesgo: velocidad inadecuada, consumo de alcohol o drogas, no uso de
elementos de seguridad (casco, cinturón, sillitas infantiles) y uso de dispositivos que provo-
can distracción durante la conducción (móviles, navegadores, etc.),
se vislumbra ya un
escenario en el que comenzará a ser cada vez más difícil reducir los accidentes actuando
como hasta ahora
, porque éstos se originarán, mayoritariamente, por momentáneas desaten-
ciones de los conductores (cuya edad media, además, va en aumento en todos los países
desarrollados) aunque su comportamiento sea, en general, prudente y concienciado.
De hecho, la distracción o desatención del conductor ya es la principal causa de
accidente y su peso en las estadísticas aumenta cada año, como resultaba previsible, porque
las vías y los vehículos han mejorado constantemente y, por el bien de todos, esperemos
que esta tendencia no se invierta, para lo cual es necesario el adecuado mantenimiento de
las carreteras y, muy importante también, la permanente renovación del parque móvil, porque
son las nuevas tecnologías de seguridad en el automóvil las que más prometedores resul-
tados están ofreciendo
, precisamente,
en la corrección de los errores humanos
.
Aunque todavía poco conocidas existen ya bastantes vehículos en el mercado
ofreciendo, generalmente de forma opcional, tecnologías de seguridad que, tras un primer
seguimiento de su efectividad, han empezado a demostrar un gran potencial para reducir
accidentes. La más destacada de estas tecnologías es la denominada, de forma genérica,
AEB -Autonomous Emergency Braking- o
Sistemas de Frenado Automático
(aunque cada
fabricante, para diferenciarse, la denomina de una forma distinta, contribuyendo a una confu-
sión que en nada beneficia a su reconocimiento por los usuarios). Estos sistemas analizan
el entorno, detectan situaciones de peligro inminente (colisión con otro vehículo, atropello
a peatón o ciclista, …) advierten al conductor cuando hay tiempo para ello y, si éste no
reacciona, llegan incluso a frenar el vehículo con intensidad suficiente para evitar el accidente
o, al menos, aminorar sus consecuencias.
Las primeras cifras, como decíamos, avalan la efectividad de estos sistemas, por lo
que
desde Centro Zaragoza queremos recomendar su incorporación en todas las marcas
de vehículos
, que nos gustaría fuera extendiéndose a las gamas más populares, de serie o
en opciones asequibles al consumidor medio, y animar a éste para que
considere estos
sistemas como un equipamiento de seguridad necesario
cuando planifique la adquisición
de un nuevo vehículo.
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