Seguridad vial
          
        
        
          Envejecimiento de la población y Seguridad Vial
        
        
          A pesar de que cada persona envejece de una
        
        
          manera diferente, hay que tener en cuenta que incluso
        
        
          los mayores relativamente sanos pueden presentar
        
        
          deficiencias cognitivas, sensoriales o motoras (sobre
        
        
          todo en la percepción y en la atención). Estas altera-
        
        
          ciones pueden modificar progresivamente su
        
        
          capacidad para conducir incrementando las dificul-
        
        
          tades que puedan encontrar en la conducción.
        
        
          En cuanto a los déficits sensoriales, la mayor parte
        
        
          de la información que procesa un conductor la recibe
        
        
          a través de la visión, por lo tanto cualquier patolo-
        
        
          gía o déficit que impida una correcta visión impedirá
        
        
          conducir de forma segura. Con la edad se produce
        
        
          un deterioro general del sistema visual lo que se
        
        
          manifiesta en un empeoramiento de los movimien-
        
        
          tos oculares, dificultad para la adaptación a la
        
        
          oscuridad, la pérdida de agudeza visual, una pérdida
        
        
          de sensibilidad al contraste y problemas de recupe-
        
        
          ración al deslumbramiento, entre otras.
        
        
          Otro deterioro sensorial asociado a la edad es
        
        
          la pérdida de audición, este deterioro puede suponer
        
        
          algunos problemas para la conducción, por ejemplo,
        
        
          dificultando la detección de la sirena de un vehículo
        
        
          de emergencia.
        
        
          Los déficits cognitivos que aparecen con la edad
        
        
          están relacionados con una mayor lentitud en el proce-
        
        
          samiento de la información, pero también se producen
        
        
          déficits en la capacidad de seleccionar aquellos
        
        
          estímulos que son relevantes en la conducción.
        
        
          También hay que tener en cuenta que los
        
        
          cambios asociados a un envejecimiento conllevan una
        
        
          disminución de la capacidad motora y articular. En
        
        
          el caso de los conductores se manifiesta con una
        
        
          menor agilidad motriz en la conducción, que puede
        
        
          aumentar el tiempo para tomar una decisión. Este
        
        
          déficit influye sobre la capacidad de movimientos de
        
        
          giro de cabeza y cuello y por lo tanto, influyen en la
        
        
          conducción a la hora de entrar en una intersección,
        
        
          mirar por los espejos retrovisores o ejecutar una
        
        
          maniobra de marcha atrás.
        
        
          En algunos casos, los déficits que se han
        
        
          indicado van unidos a una serie de pérdidas funcio-
        
        
          nales asociadas a diferentes enfermedades que se
        
        
          manifiestan a edades avanzadas (catarata, glaucoma,
        
        
          demencias, artritis, enfermedades coronarias, etc…).
        
        
          A pesar de que esta demostrado que con la edad
        
        
          los reflejos para la conducción disminuyen, la legis-
        
        
          lación todavía no establece un límite de edad para
        
        
          conducir. En España según el Real Decreto 818/2009,
        
        
          por el que se aprueba el Reglamento General de
        
        
          Conductores, se establece que la vigencia del permiso
        
        
          de conducción será de cinco años desde el momento
        
        
          en que su titular cumpla los 65 años, dicho período
        
        
          de vigencia podrá reducirse si, al tiempo de su conce-
        
        
          sión o de la prórroga de su vigencia, se comprueba
        
        
          que su titular padece enfermedad o deficiencia que
        
        
          es susceptible de agravarse.
        
        
          Normalmente, los conductores de avanzada edad
        
        
          recurren a conductas alternativas en la utilización de
        
        
          su vehículo para compensar sus limitaciones funcio-
        
        
          nales, así se observa una reducción del kilometraje
        
        
          recorrido a medida que avanza la edad y la evitación
        
        
          de conducir en situaciones que entrañan mayor
        
        
          peligro o inseguridad, como puede ser la mala visibi-
        
        
          lidad, el tráfico denso o la circulación por rutas no
        
        
          habituales. Algunas de las acciones compensatorias
        
        
          puesta en práctica por los conductores de avanzada
        
        
          
            42
          
        
        
        
          
            Nº 58 - Octubre / Diciembre 2013
          
        
        
          Las personas mayores pueden presentar
        
        
          deficiencias cognitivas, sensoriales o motoras
        
        
          que modifican progresivamente su capacidad
        
        
          para conducir.
        
        
          La pérdida de audición dificulta la detección de la
        
        
          sirena de un vehículo de emergencia.