Nº 58 - Octubre / Diciembre 2013
Carrocería y pintura
Defectos superficiales
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arece inevitable que nuestro coche con el
paso del tiempo vaya acumulando pequeños, o no
tan pequeños, defectos y daños en el revestimiento
de pintura.
En primer lugar, es conveniente diferenciar entre
lo que sería correcto denominar defectos y lo que se
deberían llamar daños. Los defectos son aquellos origi-
nados durante la fase de pintado, defectos como piel
de naranja, descolgados, siliconas, huellas de lijado,
motas de suciedad, etc. que pueden producirse
durante la aplicación o secado de la pintura; defec-
tos que deberían eliminarse antes de la entrega del
vehículo. Sin embargo, los daños son ajenos al proceso
de pintado y son resultado de la exposición del
recubrimiento de pintura a agentes externos, como
la radiación ultravioleta, la humedad, adhesión de
insectos o excrementos de aves, golpes o roces con
otros vehículos o elementos, impactos de piedra,
túneles de lavado, etc.
Una vez hecha esta diferenciación, también se
puede distinguir entre los daños y defectos que pueden
ser eliminados sin necesidad de un proceso de repin-
tado y los que precisan un lijado hasta la capa afectada
y el repintado de la pieza o piezas afectadas. En este
artículo nos referimos al proceso de eliminación de
los defectos y daños superficiales, aquellos que no
precisan un repintado de la superficie.
La eliminación de estos defectos y daños super-
ficiales precisa la realización de uno o varios de
los siguientes procesos según su profundidad y
magnitud:
Lijado
Este proceso o etapa será necesaria en el caso
de arañazos superficiales, piel de naranja, descolga-
dos, pulverizaciones o motas de suciedad, daños y
defectos presentes en la capa del esmalte monocapa
o del barniz.
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